¿Y si el Año Nuevo no fuera una meta, sino una pausa para respirar juntas?✨

Eso es lo que siento cada vez que diciembre baja el volumen del mundo y nos deja a solas con lo vivido… y con lo que tememos.

2025 no ha sido un año fácil.

En España y en Europa hemos vivido incertidumbre, tensión económica, cambios políticos, inflación, miedo al mañana. Y aunque los titulares hablan de cifras, nosotras hablamos de neveras, de facturas, de hijos que preguntan cosas que no siempre sabemos responder.

Como madres, el miedo no es abstracto:

• miedo al futuro laboral de nuestros hijos 👧🧒

• miedo a que estudien y aun así no encuentren estabilidad

• miedo a un sistema de pensiones que parece tambalearse

• miedo a llegar —o no— a fin de mes 💸

No es pesimismo. Es realidad.

"Las madres no tenemos miedo por nosotras: tenemos miedo por el mundo que heredarán nuestros hijos." Miki Díaz 

El de hacer malabares con poco.

El de sonreír cuando por dentro haces cuentas.

El de sostener a todos mientras nadie te sostiene a ti.

No lo dicen mucho, pero los estudios sobre salud mental y economía doméstica coinciden en algo: la incertidumbre financiera es uno de los mayores factores de ansiedad en las familias europeas, especialmente en mujeres que cargan con la gestión del hogar.

Y aun así… seguimos.
Cocinamos. Educamos. Acompañamos. Amamos.
Incluso cuando el futuro asusta.

A veces no somos fuertes porque queremos, sino porque no nos queda otra.

Pero aquí viene la parte importante.

La que quiero dejar escrita, por si un día vuelves a leer esto cansada.

No controlamos el mundo, pero sí cómo lo habitamos.

2026 no será perfecto.
Probablemente tampoco fácil.
Pero hay semillas que ya están en nuestras manos:

✨ educar a hijos más conscientes
✨ enseñarles valores que no cotizan en bolsa
✨ aprender a vivir con menos culpa y más intención
✨ apoyarnos más entre mujeres, entre madres
✨ informarnos, adaptarnos, reinventarnos

La historia nos ha enseñado algo: las generaciones que crecen en tiempos difíciles suelen desarrollar una fuerza distinta. Y nuestros hijos nos están mirando para aprender cómo se camina cuando el suelo tiembla.

“No sé qué mundo tendrá mi hijo, pero sí sé qué valores se llevará de casa.” Miki Díaz

Soñar hoy no es cerrar los ojos: es abrirlos y decidir no rendirse.

Soñar es seguir creyendo que:

• habrá nuevas oportunidades

• habrá cambios necesarios

• habrá más conciencia social

• habrá formas distintas de vivir y trabajar

Y, sobre todo, habrá madres que sigan siendo faro, incluso con miedo.

No te exijas tenerlo todo claro para empezar el año. A veces basta con no soltarte de ti misma.

No brindemos por un año perfecto.
Brindemos por llegar hasta aquí.
Por no habernos roto del todo.
Por seguir amando en tiempos inciertos.

Que 2026 no nos quite la esperanza.
Que no nos robe la ternura.
Que no nos haga olvidar que, incluso en la duda, somos hogar.

“El futuro es incierto, sí. Pero el amor con el que criamos no lo es.” Miki Díaz

¡Feliz Año nuevo amigas!