¡Buenos días, querid@s, Sukis! 🙌🙌
Aprender a vivir sin miedo 😰😃
Hoy voy a compartir con vosotr@s algo muy personal. Llevo tiempo queriendo escribir sobre la muerte que, en principio, ni me asusta ni parece acecharme, aunque la realidad es que eso nunca se sabe. 🤷🏻♀️
Escribir sobre la muerte de un ser querido no es fácil, pero puede ser profundamente liberador. Es un recurso poderoso para procesar emociones y dar un sentido positivo al duelo. Te indico a continuación un par de técnicas de escritura que te ayudaran a abordarlo:
Escribe una carta a la persona que ya no está. La carta no es para agradar ni para quedar bien, sino para liberar lo que esté dentro: amor, enojo, confusión o todo mezclado. Puede contener lo que quedó pendiente, lo que agradeces, o simplemente lo que sientas hoy. Lo que salga es válido. 💌
El legado vivo: Haz una lista de todo lo que esa persona dejó en ti: frases, gestos, costumbres, recetas, canciones, consejos, incluso manías que recuerdas con cariño. Después, escribe un texto que empiece con: “En mí sigue vivo/a porque…”. Déjate llevar y enlaza recuerdos con lo que hoy todavía te acompaña.💞
Os dejo por aquí una pequeña reflexión sobre lo que el fallecimiento de mi padre influyó en mí, cumpliendo con mi compromiso de escribir con la mayor frecuencia posible: ✍️
“Desde muy pequeña, incluso antes de lo razonablemente normal para mi edad, tenía un miedo exacerbado a que muriera mi madre, lo que me hacía ir a su habitación numerosas veces durante la noche a comprobar si respiraba provocándole grandes sobresaltos. También me aterrorizaba mi propia muerte y sobre todo a que me enterraran viva. ⚰️🫣
Aunque he tardado mucho en superar ambas cosas, estoy satisfecha de haberlo conseguido ya que esta aceptación me da la tranquilidad y paz que tanto anhelaba.
Fue en aquel fatídico 2020 cuando, como muchos millones de almas más, mi padre nos sorprendió con su inesperada muerte. Era un hombre de carácter, pero divertido, cariñoso y valiente. Sin embargo, tenía terror a la muerte y sobre todo a la enfermedad. Por desgracia no se libró de ellas. Ni de la una ni de la otra. Antes de morir, que lo hizo de una forma plácida mientras dormía, él pareció adivinar que lo rondaba y la aceptó con total dignidad. Pasó sus últimos días tranquilo como si se lo estuviera oliendo y me pidió justo la noche que murió que cuidara de mi madre. Dicen que los que van a morir lo saben y no me cabe la menor duda que en su caso, así fue.
Con esto se me redujo considerablemente mi primer miedo. Aceptar la muerte. Venimos con ella en los genes y con una misión. Una vez concluida esta lo mejor que podemos hacer es marcharnos. Mi miedo a resistirme a morir y vagar, como un alma en pena, por los siglos de los siglos se disipó de repente. Mi padre me enseñó que hay que esperarla con tranquilidad y estar preparado para el tránsito. Al fin y al cabo, forma parte de la vida.
En cuanto al miedo a que me enterrasen viva ha quedado totalmente disipado con la bendita incineración aún a riesgo de que, si se cumple lo que predice la biblia de la resurrección en cuerpo y alma, yo tenga que ir con un vulgar traje de ceniza. ⚱️🔥
¿Y qué hay del miedo a la muerte de mi madre?
Yo ya he cumplido los 60 años y ella está al borde de los 90. Hasta no hace mucho seguía temiendo cada mañana, cuando iba a despertarla, encontrarme que no respiraba, que ya nos hubiera dejado.
Sin embargo, en este momento, su vida, si es que a eso se le puede llamar vida, se reduce a dormir y pasar el día entero en un sillón. No oye bien, ve muy poco, no anda ni se tiene en pie, apenas come, ve continuamente cosas y personas que no están y no deja de llorar porque echa mucho de menos a mi padre.
A diferencia de antes, ahora asumo que no está lejos su final e incluso deseo que no se alargue demasiado esta “no vida”. Me gustaría quedarme con un recuerdo de ella anterior a verla así de deteriorada y vulnerable, pero también he aprendido que “aceptación” significa “con todas las consecuencias” así que me amoldaré con determinación a lo que su destino decida.
Y así es como se confirma mi creencia de que cada persona de nuestro círculo álmico viene a traernos alguna enseñanza y mi padre me mostró cómo aceptar la muerte y no desear alargar eternamente la vida. Con esto cambió significativamente mi percepción y el miedo a la muerte.” 🫶🏻 🫶🏻 🫶🏻
La sensación cuando he terminado de escribir este texto, y poner en orden mis pensamientos, ha sido la de quitarme un gran peso de encima y mirar la vida de otra forma. Con aceptación, alegría, disfrute y agradecimiento a la vida en general y a mi padre en concreto. 💫💫💫
Y enlazado con esto me viene la mente un bonito refrán:
💝 “Aceptar la muerte es aprender a amar la vida” 💝
¡Espero que os pueda resultar útil y cuento con vosotr@s la semana que viene! 👋👋👋
Nena, sabes que por las experiencias de mi vida, no le he temido nunca a la muerte, es más no me preocupaba para nada lo tenía como un proceso normal, hasta que nació mi hijo. Que digo, incluso antes, ya en la barriga el miedo me paralizaba si no lo sentía cada 30 minutos. ¡Es sorprendente la mente! Me ha encantado, como siempre es un lujo leerte. Un beso guapísima.
ResponderEliminarLo de la muerte de un hijo es punto y aparte pero pienso que solo debemos sufrir su ausencia pero no sufrir por él porque si se marcha es que ha cumplido su misión y seguro que es para bien.. ¡Muchas gracias por tus palabras, preciosa! 🤗🤗🤗🤗🤗
EliminarNo es miedo a morir…. Es miedo al dolor.. 😓😓
ResponderEliminar¡Claro que si! Eso es lo peor.. El dolor...¡ Pero por lo que he podido ver con mis seres queridos ahora eso lo minimizan bastante!! Así que a olvidarnos de los miedos y a vivir que son 3 días!!🙌🙌🙌🙌
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