La ciudad en silencio…🏘️🔇

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¡Buenos y frescos días, querid@s Sukis! ✨✨✨

Un acto de escritura sensorial  ✍️💖



Al final me he decidido, como ya insinué la semana pasada, a cerrar esta serie de escritura sensorial con un relato sencillo, nacido de lo cotidiano, pero capaz de convocar a los cinco sentidos. 👀👅👂👃🖐️


Lo que voy a contaros nada tiene que ver con Halloween, aunque fue precisamente esa noche, importada de Estados Unidos, cuando niños, jóvenes y adultos se lanzaron a las calles disfrazados, entregados al bullicio del “truco o trato” hasta bien entrada la madrugada. 🎃🧙


Quizá por eso, a la mañana siguiente, la ciudad amaneció para nosotros dos solos. Mi marido y yo caminamos temprano por barrios antiguos que parecían abrirnos sus calles con la complicidad de quien comparte un secreto.


Hemos hablado, estas últimas semanas, de escribir a través de los sentidos, y aquel caminar errático al principio y luego deliberado, se transformó en un desafío silencioso a cada uno de ellos.


El oído se afinaba en el silencio, apenas interrumpido por el eco suave de nuestras pisadas que procurábamos amortiguar, para no quebrar la magia suspendida en las callejas vacías.👣👣


Nuestra piel despertaba con la caricia inesperada de la brisa matinal, que al doblar algunas esquinas nos sorprendía con un aliento frío, propio de estas fechas. 🌬️🌬️


El olor a churros y chocolate que sustituía, en la estación otoñal, al olor a azahar emblema olfativo de la ciudad de los naranjos. ☕🥨


El gusto, por su parte, alcanzó un instante memorable en una pequeña pastelería artesanal, donde saboreamos los huesos de santo y los buñuelos recién hechos. Decir que eran indescriptibles sería injusto: fueron una mezcla de tradición y celebración que todavía parece posarse en mi paladar cuando lo recuerdo. 🍰🍰


Dejo la vista para el final porque necesitaría decenas de páginas para describir el estallido cromático y encantador de plazas, callejuelas, rejas, patios, fuentes y balcones que aparecen en cada recodo. 🎨🎨


No creáis que me dejo olvidada la majestuosidad e inconmensurable belleza de las múltiples iglesias que fuimos visitando siguiendo los pasos de la llamada “Ruta de las Iglesias Fernandinas”. Un placer visual que quedará para siempre impregnado en nuestras retinas. 💒💒


Para quien no las conozca, las iglesias fernandinas son un conjunto de templos medievales de Córdoba, levantados o reconstruidos tras la reconquista de la ciudad en 1236 por Fernando III el Santo, de quien toman su nombre. Entonces, Córdoba se reorganizó en dos grandes barrios, la Villa y la Axerquía, divididos a su vez en “collaciones” (subdivisiones) y en cada una de ellas se construyó una iglesia que servía como centro religioso y administrativo de la comunidad.


Muchas de ellas se levantaron sobre mezquitas o aprovecharon alminares convertidos en torres campanario, lo que da una fusión de tradición islámica y cristiana con toda la riqueza que eso conlleva. 🕌⛪


Son auténticos libros de piedra donde se puede observar cómo se mezclaron estilos y cómo la ciudad se transformó sin borrar su memoria. ✝️+ ☪️


Parece ser que fueron 20 en origen, pero actualmente quedan doce:

1.      Iglesia de San Nicolás de la Villa

2.      Iglesia de San Miguel

3.      Iglesia de San Lorenzo Mártir

4.      Iglesia de San Andrés Apóstol

5.      Iglesia de San Pedro

6.      Iglesia de San Agustín

7.      Iglesia de San Pablo

8.      Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas

9.      Iglesia de Santiago Apóstol

10.   Iglesia de San Francisco y San Eulogio (antigua San Pedro el Real)

11.   Iglesia de la Magdalena

12.   Iglesia de San Juan y Todos los Santos (Trinidad)


Buena excusa para pasear, descubrir rincones menos trillados y entender mejor la historia de la ciudad. 🚶🚶🏻‍♀️📜


Y, por supuesto, para tener cientos de sensaciones en las que basar nuestros escritos ¡Ánimo, seguro que os compensará el tiempo dedicado! 🖊️🤓


¡Hasta la semana próxima, amig@s, que ya estaremos casi inmersos en las fiestas navideñas! 🎄🧑‍🎄 🎄



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