Hoy quiero abrir mi corazón y mi mente sobre algo que me preocupa… mucho 😔.

En nuestra sociedad, cada vez crece el miedo y la sensación de traición hacia algunos musulmanes de acogida. Los recibimos en el Reino de España con las puertas abiertas, con ayudas y oportunidades, y de pronto… montan guetos, intentan imponer la Sharía (sí, así se escribe ✅) y hablan de convertir a los cristianos “por las buenas o por las malas” 😡.

Lo que no entendemos es: si huyeron de sus países, ¿por qué no se fueron a naciones con culturas similares? 🤷‍♀️. En redes, cada vez se escucha más que esto no es casualidad, que viene planificado desde el origen, con un objetivo muy claro: acabar con el cristianismo en Occidente ✝️.

Mientras, reciben pagas desorbitadas que ni nuestros jubilados cobran 💶, gracias al llamado “arraigo” y a nuestros impuestos, que nos arrancan del bolsillo con el sudor de nuestro trabajo 💪. Y todo para que, en el fondo, su “razón de estar” aquí sea destruirnos.

Esto no es racismo, es supervivencia. Lo descubrí cuando al que consideraba mi gran amigo Mohamed me dijo, sin pestañear, que él no tenía relaciones fuertes en España, porque si su Rey (el de Marruecos) o su religión le pedía atacar a los españoles, él cumpliría su cometido como buen marroquí y musulmán 😳.

¡Hola!... ¿Perdona? Pero, pero... ¿Qué me estas contando?… En ese momento, abrí los ojos.

Conozco buenos musulmanes, sí… pero si el motivo de su estancia en nuestra tierra es ese, lo lógico sería que se fueran. Y cerrarles la puerta 🚪.