¿Qué pasa cuando una aguja se convierte en refugio?🧵🏡
Tejer no es solo un pasatiempo de abuelas. Es, en realidad, una forma silenciosa de terapia. Una conversación entre tú y tú. Una danza entre dedos, hilos y recuerdos. Y, aunque nunca lo hayas pensado, cada punto es una palabra que tu cuerpo quiere decir y tu mente necesita oír.
“Si no puedo hablarlo, lo tejo”
Cuando Lucía, madre de dos niños pequeños, comenzó a tejer, no fue por moda. Fue por necesidad. Su ansiedad postparto le cerraba el pecho cada mañana, y su psicóloga le recomendó hacer algo con las manos. Algo repetitivo. Algo que anclara.
“Los primeros puntos eran un caos —dice—, pero después empecé a sentir que tejía un hilo de calma entre mis pensamientos”.
Y no es solo su experiencia. Un estudio del British Journal of Occupational Therapy concluyó que el 81% de las personas que tejen regularmente reportan sentirse “más felices” y “menos ansiosas”. La repetición del gesto, el tacto de las fibras, el sentido de logro... todo ello activa el sistema de recompensa cerebral, el mismo que se activa con un abrazo, una canción favorita o una carcajada.
💬 "Tejer es meditar sin cerrar los ojos."
🔬 ¿Qué dice la ciencia del “punto derecho”?
Tejer no es arte menor. Es medicina en forma de lana. En neurociencia lo llaman flow state: un estado de atención plena que reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés) y aumenta la serotonina (la hormona de la felicidad).
Además, tejer activa simultáneamente ambos hemisferios cerebrales. Mientras uno se concentra en el patrón, el otro libera emociones. Es por eso que muchas personas lloran en silencio mientras tejen. No están tristes: están sanando.
🧵 "El suéter que tejí no era para mi hijo, era para mí"
Sara tejió su primer suéter para su hija de tres años. Tardó tres semanas. No fue perfecto. Le quedó una manga más corta que la otra. Pero cuando su hija lo usó por primera vez, Sara lloró.
No por orgullo. Sino porque entendió que ese suéter era el abrigo emocional que ella no había tenido de niña. Y ahora, punto a punto, se lo estaba dando a su hija.
💬 “Lo que no supe decir con palabras, lo dije con hilo.”
🧶 3 errores que todas cometemos al tejer sin saberlo:
1.- Buscar la perfección. El valor está en el proceso, no en el resultado.
2.- Tejer solo para otros. También mereces tejer para ti.
3.- Comparar todo con tejedoras de Instagram. Recuerda: el arte no se mide en likes.
🔄 ¿Tejer para vender o para sanar?
La cultura del “hazlo para monetizar” ha invadido incluso nuestras formas de sanar. Pero tejer no tiene que ser rentable. Puede ser relevante. Puede ser tu manera de decir “hoy no puedo con el mundo, pero sí con esta bufanda”.
🌱 Cierra los ojos. Respira. Toma hilo. Teje.
Quizá no puedes cambiar el mundo hoy. Pero puedes cambiar una hebra, un punto, una costura rota dentro de ti.
💬 “Tejer no es crear ropa. Es reconstruirte por dentro con cada vuelta del hilo.”
🔁 Comparte esto con alguien que necesite tejer, pero aún no lo sabe.