La historia que vino de otra vida 🪬🪬

Llevo un buen rato mirando la pantalla en blanco y, por más que intento escribir sobre cualquier otro tema, hay una historia que no deja de golpearme para ser contada. Y ya sabéis… ¡cuando una historia insiste, no te queda otra que hacerle caso! 🔨🔨🔨

No es algo que me haya pasado a mí directamente, pero sí a alguien muy, muy cercano. Alguien que, hace unos días, vivió una experiencia de esas que te tambalean las certezas.

Desde siempre, los seres humanos hemos tenido la necesidad de preguntarnos qué hacemos aquí, qué sentido tiene todo esto y si realmente hay un propósito más allá de pagar facturas y sobrevivir a los lunes. Algunos se quedan en esa búsqueda existencial dentro de esta vida... pero hay quien va más allá. Literalmente. 👻👻

Sí, hablo de regresiones a vidas pasadas. Terapias en las que uno se sumerge en estados profundos de consciencia para explorar memorias que, en teoría, no pertenecen a esta vida, pero sí a la trayectoria del alma. Porque según estas corrientes, no somos solo carne y hueso, sino una consciencia que viaja de cuerpo en cuerpo, aprendiendo, evolucionando, tropezando... y repitiendo curso si hace falta. 😶‍🌫️😶‍🌫️😶‍🌫️

Y aquí es donde entra esta persona, que decidió hacer una regresión guiada con una terapeuta especializada porque sentía que había algo que necesitaba entender desde otro lugar.

La experiencia duró casi tres horas. Tres horas en las que fue describiendo, sin guión ni filtros, lo que veía, sentía y vivía en otra vida. Os aseguro que escuchar esa grabación fue como meterme en una película que, aunque ajena, sentía extrañamente familiar. 🎞️🎞️

“Uno, dos y tres ¿Qué ves? ¿Dónde estás?” 1️⃣2️⃣3️⃣ 🫣

Y esta persona apareció en una vida en la que vio y describió con detalle cómo su madre moría cuando tenía unos seis años y cómo triste y abatido se quedó a vivir primero con sus abuelos, y luego con otra familia que lo acogió que tenía una hija de su edad, dedicándose a cuidar un rebaño de ovejas y más tarde progresó a uno de vacas. Creció solitario sin salir de aquellas montañas y de aquel caserón viendo cómo la mujer de su vida (y la única que había conocido) se casaba con otro hombre. Y ahí habría quedado la cosa de no haber sido porque el matrimonio volvió un día al pueblo y el marido dedicó se a reírse de nuestro pastor hasta que un buen día, harto de mofas y de ira reprimida, lo golpeó con su cayado y lo mató. Él murió ajusticiado en la horca. Final de esa vida, pero no de esta historia. 

Porque lo más sorprendente fueron las coincidencias entre esa encarnación del pasado y su vida actual. Su obsesión por fabricar cayados de madera cada vez que va al campo, o esa frase suya repetida hasta el cansancio: “Algún día me iré a vivir solo al monte, con unas ovejas, lejos de todo”. Que siempre nos sonaba a broma… hasta que dejó de serlo. 🐮🐑

Y quizás lo más inquietante…su dificultad para tomar decisiones importantes de la que siempre se lamenta que, según la terapeuta, puede tener mucho que ver con esa otra vida donde tomar una decisión firme le costó, literalmente, el cuello. 💀💀

Sé que para los escépticos todo esto puede sonar inverosímil o una simple casualidad, pero también sé que, desde esa sesión, algo en él se ha movido. Algunas piezas encajan mejor. 🧩🧩🧩

Después de esto empiezo a darle veracidad a que los miedos, manías, gustos, etc., puede que los arrastremos de vidas anteriores y que, si conseguimos descubrir de dónde vienen y cuál es su causa, podemos integrarlos o subsanarlos en esta desde la aceptación y el conocimiento.

¡Es una creencia totalmente personal y subjetiva! 🙋🏻‍♀️🙋🏻‍♀️

Y llegado a este punto, tal como le pasó a Lope de Vega con el soneto que le mandó hacer Violante… sospecho que mi “soneto” de esta semana está hecho.

Cómo mi misión es haceros escribir, os sugiero que escuchéis si lleváis dentro algo que no sabéis de dónde viene y que, tal vez, tenga una historia que contarte ¡Atrévete!

¡Hasta la próxima! 🤩🤩🤩