A veces, los padres creen que empujan por amor… pero los hijos sienten que empujan por decepción. 🎭💬
¡Hola Sukis!
¿Presión o preocupación? Cuando el amor se confunde con exigencia
“Podrías ser mucho más si te lo propusieras.”
“Estás tirando tu vida por la borda.”
“Con lo listo que eres y no haces nada.”
Frases como estas resuenan en muchos hogares, cargadas de buena intención… pero también de frustración. Como psicólogo especializado en adolescencia, puedo afirmar que el problema no siempre es lo que se dice, sino cómo se dice, cuándo se dice… y desde dónde se dice. 🧠🗣️
Los padres ven el potencial de sus hijos y lo sienten escapar entre videojuegos, series o amistades poco estratégicas. Pero desde el otro lado, los adolescentes no sienten que les estén ayudando a descubrir quiénes son, sino que constantemente les están recordando todo lo que aún no son. 😔
Lo cierto es que presionar no empuja: agobia. Lo que se vive como motivación para un adulto, se interpreta como juicio constante para un joven. Si cada conversación acaba con un “estás desaprovechando tu vida”, lo que el adolescente escucha no es amor… es decepción.
🔑 La clave está en dejar de hablar desde la expectativa y empezar a escuchar desde el respeto. En vez de decir “quiero que seas alguien en la vida”, podríamos probar con: “¿Qué te ilusiona? ¿En qué te gustaría mejorar? Estoy aquí para ayudarte.” 💬🤝
El potencial no se activa con reproches. Se despierta con inspiración, con apoyo, con libertad para equivocarse y volver a intentarlo. Porque ningún talento florece si se riega con culpa. 🌱✨
¿Te has sentido identificado como madre o padre? ¿Lo estás viviendo con tus hijos?
Cuéntanos cómo lo gestionas tú en casa. ¿Crees que motivar y presionar son lo mismo?
Déjanos tu opinión en los comentarios y comparte este artículo. Puede ayudar a muchas familias a reenfocar el camino. 💬❤️