Porque a veces, el ‘lo hago por mi hijo’ esconde más pólvora que protección.👧💪
¡Hola, Sukis! Todas conocemos a alguien que se divorció, o está en ese proceso de divorcio. A veces sin darnos cuenta el propio divorcio es más que una ruptura entre dos personas, analizamos como actúan las mujeres (sin generalizar) pero la gran mayoría a la hora de una ruptura matrimonial.
Seamos sinceras, en las últimas décadas, el divorcio ha dejado de ser un tabú para convertirse en una realidad cotidiana. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en España se registraron más de 90.000 divorcios en 2023, y en la mayoría de los casos, son las mujeres quienes inician el proceso .💔
Esta decisión no surge de la nada. Estudios del Instituto Navarro para la Igualdad revelan que muchas mujeres experimentan una pérdida progresiva de autonomía y empoderamiento durante la vida en pareja, debido a la falta de corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidado . Esta sobrecarga emocional y física lleva a un desgaste que, en muchos casos, culmina en la decisión de separarse.
Aquí quiero hacer un inciso "esto sucede porque no dejan bien claros el rol de cada uno dentro de la pareja".
La pregunta es ¿Por qué de repente vemos a un enemigo en quien fue nuestra pareja? ¿Dónde se fue ese amor tan grande que los hizo formar una familia?
Pues bien, el proceso de divorcio puede activar mecanismos de defensa que transforman al otro en una figura hostil. Los expertos en comportamiento social sugieren que, al romperse el contrato emocional y social del matrimonio, las personas buscan redefinir su identidad y protegerse de posibles amenazas, lo que puede llevar a percibir al ex cónyuge como un adversario.👹
Además, el neuroticismo, caracterizado por una alta reactividad emocional, puede intensificar los conflictos y dificultar la adaptación al cambio . Este rasgo de personalidad puede hacer que las mujeres interpreten las acciones del ex cónyuge de manera más negativa, alimentando la percepción de enemistad.
巜"Cuando me divorcie tenía claro que él no iba a poder rehacer su vida, yo no lo iba a consentir" este comentario es muy común entre mujeres divorciadas.
Lo más impactante son las nuevas herramientas de las mujeres en el proceso de divorcio: Los hijos y las pensiones.
En algunos casos, los hijos y las pensiones alimenticias se convierten en campos de batalla. El argumento de "lo hago por mi hijo" puede enmascarar sentimientos de venganza o resentimiento hacia el ex cónyuge. Esto se manifiesta en actitudes como la crítica constante al otro progenitor o la manipulación emocional de los hijos, prácticas que pueden ser interpretadas como alienación parental y tener consecuencias legales en los procesos de custodia .
Es fundamental reconocer que estas dinámicas no solo perjudican al ex cónyuge, sino que también afectan el bienestar emocional de los hijos, quienes pueden sentirse atrapados en medio de un conflicto que no comprenden completamente.
巜"Si no me paga la manutención, no verá al niño" o "Le voy a sacar hasta la respiración, para que trabaje tanto que no le de tiempo ni de irse con otra, ni ver al niño" Estas frases son demoledoras para el bienestar de los hijos que se ven en medio, y que ellos en el fondo solo quieren ver a su padre, abrazarlos y contarles todo lo que les sucedió en la semana.
Es por ello que muchas madres se niegan a la custodia compartida, por el simple motivo, de que de esta forma el padre no pasa pensión de alimentos, entonces la guerra empieza con las recogidas de los menores. La cuestión es buscar conflicto alrededor de los hijos.
Los que vemos los divorcios desde fuera nos preguntamos a veces, si dos personas que se amaron y dejaron de hacerlo podrían sentarse juntos y preguntarse: ¿Qué sería lo ideal para una infancia sana de nuestros hijos tras el divorcio?
En esa batalla de resentimientos, venganzas y dolor, los padres deberían tener como bandera el bienestar de los hijos, ya que debe ser la prioridad en cualquier proceso de divorcio. Para garantizar una infancia sana, es esencial fomentar una comunicación respetuosa entre los progenitores, evitar las críticas mutuas en presencia de los niños y promover una relación equilibrada con ambos padres, incluso si estos tienen una nueva vida.
Además, cuando los hijos ven estos conflictos, suelen aprovecharse para lograr aquello que desean y así dejar de tener límites y obligaciones, lo importante que los adultos trabajen en su propio proceso de sanación emocional, pero que a su vez trabajen juntos para que las emociones de los hijos no carguen con las proyecciones conflictivas de los padres.
Al final los hijos, lo que desean es ser amados y formar parte de la vida de sus padres, suelen adaptarse bien a los cambios, si estos se hacen de forma cívica y respetuosa.
🪞¿Te has sentido identificada con alguna de estas situaciones?
🤔¿Crees que es posible transformar el conflicto en colaboración por el bien de los hijos?
🔄Comparte tu experiencia y opinión en los comentarios. Juntas, podemos construir una comunidad de apoyo y comprensión.
#DivorcioConsciente #MadresFuertes #FamiliaSaludable #CrianzaPositiva #EmpoderamientoFemenino #Sukigonbee