¡Explora tu mundo interior desde un ángulo especial! 💟

A ver qué os parece el ejercicio de esta semana. Tiene algo de juego por lo que, en mi opinión, es divertido y original. Os detallo cómo ponerlo en práctica nos ayuda a explorar nuestro mundo interior ¡Que no es poca cosa!

Escribe desde otro punto de vista

• Elige un animal, un objeto o incluso un concepto abstracto y escribe desde su perspectiva. Por ejemplo: ¿cómo se siente un gato callejero, un río que fluye, un lobo o un volcán?

• Objetivo: Conseguir con esta técnica terapéutica combinar creatividad, reflexión y autocompasión, permitiéndonos explorar nuestro mundo interno desde ángulos novedosos y liberadores.

Como siempre, os dejo un ejemplo personal del ejercicio que os propongo. Os reto a que adivinéis qué soy antes del final. Os doy una pista importante…No soy ni un animal, ni un vegetal ni un concepto abstracto.

“Desde que me golpea una y otra vez esta molesta incertidumbre, constantemente, me hago preguntas, que desde hace algún tiempo han dejado de ser lógicas y han pasado a ser contradictorias, tratando de averiguar cómo de importante es mi papel en esta casa. 🤔🤔

En un principio estaba convencido de que debía de ser muy valioso porque a lo largo del día no paraban de mirarme una y otra vez. Constante e insistentemente. Con el tiempo observé que esto cambiaba radicalmente cuando llegaba el fin de semana. Apenas unas cuantas miradas. Luego llegaba el lunes y todo se normalizaba. 👀👀

Durante mucho tiempo me sentí el centro de sus vidas. No hacían nada sin mirarme y contar conmigo. Me sabía imprescindible para su día a día. Sólo había que ver cómo se alarmaban cuando me daban aquellos desfallecimientos de los que rápidamente me sacaban con algo que me colocaban en la espalda que me volvía a la vida y me dejaba como nuevo.

Todo iba bien en mi egocéntrico mundo hasta que un día me atreví a mirar más allá de los dos centímetros cuadrados de mi alrededor.  ¡Qué ingrata sorpresa! 🥹🥹

No muy lejos de mí se encontraba un objeto simple en sus formas y carente de belleza con una zona luminosa al que no paraban de mirar horas y horas durante el día, y para gran decepción mía, también parte de la noche. Aunque lo que me resultaba más doloroso era que no paraban de acariciarlo con sus dedos, aunque de una forma muy extraña. Eso nunca lo habían hecho conmigo. Nunca. Tristemente me di cuenta de que había a mi alrededor varios artefactos de similar forma, aunque de distintos tamaños. 📺📱

Ampliando el radio de visión me percaté de que cohabitaban con dos seres más que, curiosamente, ninguno se había fijado en mí. Observé con envidia malsana que captaba su atención mucho más que yo. Uno era peludo, ruidoso y feo y el otro era una versión en miniatura de papá. Ellos también me ganaban por goleada. Los acariciaban, los alimentaban, jugaban con ellos, los sacaban de paseo y un sinfín de cosas que jamás me habían hecho a mí. 🐶👶

Y aquí me detengo. No quiero sufrir más. No voy a continuar observando. Después de mi incursión geográfica por los alrededores me embarga una gran pena. Si alguna vez fui importante para ellos estaba claro que ya no lo era …. 💔

Y entonces cuando ya me había convencido de mi insignificante papel en sus vidas volvía a reflexionar y aquí llegaba de nuevo la contradicción. Siempre me tenían cerca. Se preocupaban porque siempre estuviera bien. En concreto porque no me “retrasara”; solían decir.

Cuando hablan de mí me llaman “el reloj del escritorio” y después de tanto pensar y analizar he llegado a la conclusión de que soy importante para ellos porque cualquier acción o decisión que tengan que tomar no lo hacen sin antes consultarme. 🕰️

¡Así que me siento feliz! Al fin y al cabo ¿A quién no le gusta ser importante para alguien?” 💝💝

¿Os ha gustado? Yo me he alegrado de sentirme feliz desde mi perspectiva de “reloj de escritorio". Podéis intentarlo vosotr@s a ver qué descubrís y, si os animáis, ponerlo por el Blog.

¡Hasta la semana que viene! 👋👋👋